Política
Reconocer lo bueno: Resilencia económica de Costa Rica
RESUMEN
El informe de la OCDE resalta los logros económicos de Costa Rica, reconociendo avances significativos en áreas como empleo, sostenibilidad y disciplina fiscal. Sin embargo, también identifica desafíos clave, como la inflación, la brecha laboral y la sostenibilidad ambiental, que requieren atención para consolidar y mantener este progreso.
A algunos podrá no sentarles bien, pero como propone el título de esta ALA LIBERAL, lo bueno hay que reconocerlo. Las cifras macroeconómicas de Costa Rica en los últimos dos años y medio muestran una notable capacidad de resiliencia y adaptación. Según la reciente Perspectiva Económica de la OCDE, publicada en diciembre de este año, “nuestro rendimiento económico se destaca en un entorno de incertidumbre global y dinámicas geopolíticas cambiantes”.
Dicho en términos sencillos: “pese a lo caótico que está el mundo a Costa Rica le está yendo bien”.
Desde mi perspectiva, este éxito resulta de un esfuerzo consciente por alinear las políticas económicas con la disciplina fiscal, la mejora del mercado laboral y las reformas estructurales que han impulsado el crecimiento y reducido la desigualdad.
Sin embargo, el camino por recorrer sigue lleno de desafíos. Costa Rica deberá equilibrar la prudencia fiscal con la reforma laboral y la sostenibilidad ambiental, áreas clave para determinar la calidad de vida de millones de costarricenses y la competitividad de nuestra economía.
Las acciones más relevantes, aquellas destinadas a reducir el gasto público y reestructurar el Estado, aún están pendientes. Muchas de ellas requieren reformas profundas a nuestra Constitución Política, lo que implica contar con una mayoría significativa y decisiva en la Asamblea Legislativa. Lo anterior partiendo de que los costarricenses aspiramos a un Estado eficiente, que haga lo necesario, pero sin despilfarro.
Resiliente economía en medio de la incertidumbre global
En contraste con muchas de sus colegas de la OCDE, Costa Rica, ha utilizado la inversión extranjera directa (IED) para generar empleos formales, aumentar la productividad y mejorar las condiciones del mercado laboral. El Ministerio de Comercio Exterior y Procomer han hecho un trabajo notorio, que debe ser resaltado, para la atracción de IED al país. Por su parte, la tasa de empleo sigue recuperándose – el desempleo cayó al 6.6% en septiembre de 2024. Eso no solo significa un retorno a la normalidad, sino que también indica la creciente capacidad de Costa Rica para generar inversión y comercio.
También lo demuestran las buenas cifras fiscales. Bajo la regla fiscal (que los partidos tradicionales quieren llenar de más huecos y excepciones), se mantuvo la tasa de crecimiento del gasto público, lo que ha permitio durante el primer año de gobierno una reducción del déficit fiscal. Según las proyecciones, este caerá al 2.8% del PIB en 2026, frente al 3.2% en 2025, mientras que la deuda pública bajará a menos del 60% del PIB para ese mismo año, un hecho no menor para un país que ha estado en el centro de la atención internacional los últimos años por su situación fiscal.
Comparación con la OCDE
Para contextualizar, es importante observar a Costa Rica en comparación con los demás miembros de la organización. En un mundo en el cual la inflación y el estancamiento económico han llevado a la incertidumbre, Costa Rica se ha mantenido relativamente estable, mientras economías avanzadas como Alemania, Japón y algunos países de la Eurozona están corriendo riesgo de recesión.
Aunque la tasa de desempleo del 6.6% en Costa Rica sigue siendo superior al promedio de la OCDE, se está reduciendo rápidamente. Más relevante aún, la estructura del empleo formal está fortaleciéndose gracias a políticas enfocadas en mejorar las habilidades laborales. Programas que impulsan la enseñanza técnica, el desarrollo de habilidades digitales y la expansión de la educación en STEM están posicionando a Costa Rica como uno de los líderes en la economía global y sus cadenas de valor.
Esto resulta crucial para una economía que busca florecer en la era de la inteligencia artificial (IA), la automatización y la innovación verde. Además, nuestro mercado laboral se está volviendo más inclusivo.
Las recomendaciones de la OCDE, como ampliar el acceso a la educación temprana y al cuidado infantil para niños menores de cuatro años, ya se están implementando con el objetivo de aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral.
Esta iniciativa no solo responde a una necesidad de justicia social, sino que también representa una estrategia económica inteligente, capaz de aliviar la escasez de habilidades y fortalecer la oferta laboral, un desafío que muchos países de la OCDE también enfrentan debido a problemas demográficos similares.
Los desafíos por delante
No obstante, las buenas noticias vienen acompañadas de desafíos. El informe de la OCDE identifica tres áreas principales que requieren acción decisiva para mantener el impulso: inflación, mercado laboral y medio ambiente.
- Navegar por el panorama inflacionario. Aunque la inflación está bajo control, se proyecta que aumente del -0,8% en octubre de 2024 a 1,6% en 2025 y 2,6% en 2026. Estas tasas, aunque dentro del rango de tolerancia del Banco Central (2-4%), podrían generar presiones que obliguen a endurecer la política monetaria. El fin del ciclo de relajación monetaria, con una tasa de política proyectada en 3,75% para 2025, afectará el consumo privado y la inversión. Las autoridades monetarias deberán equilibrar el control de la inflación sin comprometer el crecimiento económico.
- Manejo de la brecha laboral. Aunque el empleo y la participación laboral se han recuperado, aún estamos lejos de los niveles pre–pandémicos: 57,3% y 53,5% respectivamente. Además, el mercado laboral enfrenta una significativa brecha de competencia en la economía digital. Para cerrar esta brecha, Costa Rica debe seguir priorizando la educación STEM, aumentar la formación técnica y alinear los programas vocacionales con las demandas del mercado laboral. En particular, la participación laboral femenina sigue siendo un desafío estructural. Ampliar los horarios preescolares y la cobertura de la educación infantil será clave para facilitar la reincorporación de las mujeres al mercado laboral.
- Liderazgo climático hacia la neutralidad de carbono. Costa Rica también se ha caracterizado por ser un líder mundial en sostenibilidad ambiental. A lo largo de los años, tal alineación ha prevalecido. Sin embargo, el informe de la OCDE destaca que se necesitarán esfuerzos continuos para reducir las emisiones si se quiere lograr la neutralidad de carbono en 2050. De particular importancia serán los esfuerzos en el sector del transporte, tal como la expansión y fortalecimiento de redes de transporte público.
En definitiva, Lo bueno y lo malo deben ser reconocidos. El desempeño económico reciente de Costa Rica es una historia de resiliencia, determinación y políticas a largo plazo.
En medio de la inestabilidad mundial, el país destaca como ejemplo de que las economías emergentes no solo pueden superar un futuro incierto, sino también prosperar.
Sin embargo, quedan pendientes las grandes reformas para transformar nuestro Estado en uno eficiente, que no sea “gastón” y que demande menos de los bolsillos ciudadanos. Ese es nuestro siguiente paso.
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