Política
Chambonadas 2024: Cuando el despilfarro no tiene consecuencias
RESUMEN
La gestión ineficiente en las instituciones públicas afecta directamente áreas clave como salud, educación y seguridad, desperdiciando recursos que podrían resolver problemas urgentes. Para avanzar hacia un país más justo y funcional, es crucial exigir mayor transparencia, planificación y rendición de cuentas en la administración de los bienes públicos.En Costa Rica, los “errores” en las instituciones públicas no son simples accidentes aislados. Representan un problema estructural que impacta directamente el bienestar de la ciudadanía y el desarrollo del país. Cada decisión mal tomada no solo significa el desperdicio de recursos, sino también un profundo perjuicio para nuestra calidad de vida y nuestro futuro colectivo.
Estas chambonadas no son simples equivocaciones.
Son la punta de un iceberg formado por mala planificación, negligencia y, sobre todo, un sistema que premia a quienes logran ocultarse tras una maraña de trámites. Más allá del escándalo momentáneo, las consecuencias las pagamos todos: menos servicios, más impuestos y un país que, en lugar de avanzar, retrocede.
En Primera Línea, entendemos que estas situaciones no ocurren por casualidad. Son el reflejo de un sistema que carece de controles efectivos, donde las responsabilidades se diluyen y la transparencia sigue siendo una asignatura pendiente. Por eso, hemos creado Chambonadas 2024, un espacio para visibilizar estos casos que no solo generan indignación, sino que también le cuestan millones al país.
Nuestro objetivo es claro: informar a la ciudadanía sobre cómo estas decisiones afectan nuestras vidas, no para alarmar, sino para fomentar una discusión crítica y constructiva.
Este año, las chambonadas documentadas suman ₡286 mil millones, equivalentes al 1% de la deuda pública. Recursos que pudieron haberse destinado a solucionar problemas urgentes en seguridad, educación, salud o infraestructura, pero que se pierden por falta de planificación, negligencia o desidia institucional.
Este espacio no busca señalar errores a la ligera. Cada caso evidencia la necesidad urgente de un cambio profundo en la gestión pública: un cambio que garantice que los recursos de todos los costarricenses se administren con responsabilidad, eficiencia y transparencia.
En Primera Línea, creemos que la ciudadanía tiene el derecho de conocer esta realidad para exigir que los empleados públicos cumplan con su deber. La impunidad no beneficia ni al país, ni a los servidores públicos que sí quieren hacer las cosas bien. Solo a través de la rendición de cuentas y la participación activa podemos construir un país más justo y funcional.