Opinión
A mitad del camino, una mirada crítica…
RESUMEN
Aunque hay indicadores que muestran una mejoría importante, a nivel macroeconómico en Costa Rica, si se analizan los datos con mayor detenimiento surgen contradicciones y señales de alerta importantes. En este sentido, es importante mantener una visión crítica del gobierno y del ejercicio del poder y luchar por el establecimiento de una serie de medidas de extrema importancia para nuestro país.El gobierno de la república está próximo a iniciar su segundo año de ejercicio y, entre las personas que con sentido crítico evaluamos la labor de quienes ejercen el poder, existe una sensación de ambigüedad por lo realizado durante estos 18 meses.
Por una parte, pareciera que la situación macroeconómica del país ha presentado una considerable mejoría, luego de dos gobiernos consecutivos del PAC, al observarse un aumento sustancial en la tasa de crecimiento de la economía, una disminución del déficit primario y una baja significativa en el desempleo y en el número de hogares en situación de pobreza. No obstante, si se analizan los números con mayor detenimiento, surgen señales de alerta por las enormes diferencias en las tasas de crecimiento, entre los distintos sectores de la economía, y la pérdida de 125,000 empleos formales en el último año, de acuerdo con los datos de la última encuesta continua de empleo realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
Por otra parte, los sectores turismo y exportador han sufrido una importante pérdida de competitividad, producto de la fuerte apreciación del colón, que ha llevado al tipo de cambio a los niveles del año 2014. Dicho fenómeno ha obedecido, en gran parte, a un elevado nivel de la tasa de política monetaria del Banco Central, situación que ha ocasionado que entren miles de millones de dólares al país, producto del fuerte incentivo para invertir en colones.
Finalmente, existe una severa crisis en materia de seguridad que ha generado una sensación generalizada de temor y de desesperanza frente a los carteles de la droga que se han instalado en el país. Lamentablemente, Costa Rica pasó de ser una zona de trasiego de droga a un país donde las diferentes agrupaciones criminales se pelean territorios.
Frente a este panorama ambiguo e incierto, ¿qué podemos hacer los ciudadanos para apoyar en la construcción de una Costa Rica mejor?
En primera instancia, es importante tener presente que los dueños de los espacios públicos somos todos los ciudadanos y, por ende, somos responsables de exigir al gobierno central y a los gobiernos locales, el establecimiento de espacios seguros para el esparcimiento y la sana convivencia.
En este sentido, existen iniciativas que deben ser fortalecidas, como son las denominadas “Comunidades organizadas contra el hampa”. Esta propuesta, liderada por el Ministerio de Seguridad Pública, permite a la comunidad involucrada ofrecer a las autoridades una mano en la contención de la ola de criminalidad que azota al país, al mismo tiempo que motiva a los ciudadanos a participar activamente en la solución de los problemas de inseguridad que nos aquejan.
Asimismo, resulta imperativo exigir a la Asamblea Legislativa el fortalecimiento y la aprobación de las reformas legales necesarias para dotar, tanto al Poder Judicial como al Ministerio Público, de herramientas modernas para la atención de los casos de delincuencia y la aplicación expedita de la justicia.
Finalmente, es importante mantener una visión crítica del gobierno y del ejercicio del poder. En este sentido, resulta fundamental el fortalecimiento de espacios donde se fomente el debate de altura y la sana confrontación, y se trabaje en el planteamiento de soluciones fundamentadas en una visión de mediano y largo plazo. En la ciudadanía costarricense recae la responsabilidad de rechazar la postura populista y fomentar la rendición de cuentas por parte de sus gobernantes.
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no representan necesariamente la postura oficial de Primera Línea. Nuestro medio se caracteriza por ser independiente y valorar las diversas perspectivas, fomentando la pluralidad de ideas entre nuestros lectores.