Historia

Abolición del Ejército en Costa Rica

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RESUMEN

Con la abolición del ejército, no solo se buscaba crear un ambiente de tranquilidad tras la Guerra Civil de 1948, sino también dicha decisión fortaleció nuestra democracia y llevó a la profesionalización policial. Hoy la paz, uno de nuestros mayores valores, enfrenta diversas amenazas por parte de grupos criminales; por tanto, la exigencia de una modernización de la policía acorde a nuestros tiempos, se torna una necesidad inmediata.

Desde 1966, se estableció la celebración de la Abolición del Ejército en nuestro país, cada 1 de diciembre. Esto debido a que en 1948, el presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, José Figueres Ferrer, dio un mazazo simbólico en un muro del Cuartel Bellavista. Con ese acto se declaró abolido el ejército y el edificio se destinaría como la sede del futuro Museo Nacional.

La decisión de eliminar el ejército se llevó a cabo debido a que se trataba de fuerzas debilitadas y mal armadas, pero principalmente para crear un clima de tranquilidad y confianza en el país, después de la Guerra Civil de 1948, además de que el gobierno deseaba que muchos de los integrantes de los nuevos cuerpos de policía, denominados Guardia Civil.

Ya en 1964 se busca profesionalizar la policía, mediante la creación de la Escuela Nacional de Policía. Y paulatinamente se generaron una serie de dependencias asignadas a la vigilancia aérea, marítima y la lucha contra los narcóticos, que le dieron nuevos aires a la delicada misión de resguardar la seguridad nacional.

La trascendencia de la abolición del ejército radica en que se fortaleció el sistema democrático y civilista, sumada a la creación del Tribunal Supremo de Elecciones, garante de la alternancia en el poder.

Como vemos, la ausencia de un ejército en este país, permite gozar de un clima de paz, que hoy por hoy, con el asedio de grupos criminales, se ve constantemente amenazado. La modernización y educación en valores de los cuerpos policiales, es exigida ante el aumento de la criminalidad y la inseguridad ciudadana.


Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no representan necesariamente la postura oficial de Primera Línea. Nuestro medio se caracteriza por ser independiente y valorar las diversas perspectivas, fomentando la pluralidad de ideas entre nuestros lectores.

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