Opinión

Cárcel por pensar diferente

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RESUMEN

En una era donde la tecnología dispara las posibilidades de acceder a la información, también se multiplican los esfuerzos por controlar ese acceso y su contenido. Encontramos varios ejemplos actuales, que además muestran formas diferentes de ejercer dicha censura, con finalidades en apariencia distintas.

El nivel máximo de control que alguien puede ejercer sobre otra persona, es controlar lo que piensa y  dice. La información le permite a los seres vivos diferenciarse de la materia inorgánica.  Esta es una característica fundamental de estar vivo, de ser humanos, ya que la información nos permite influir en el mundo, sacar provecho del paso del tiempo y controlar nuestro destino. Por esa misma razón, a algunas personas les asusta el libre flujo de ella.

La información por otro lado, es la herramienta más poderosa para quien busca ejercer control sobre otro. Ya sea las diversas religiones del mundo censurando ideas a través de la historia, o los gobiernos autoritarios evitando que las personas cuestionen su control. Más recientemente, se ve el poder digital de censura que se basa en grupos de presión; el famoso efecto de “cancelación”.

Uno pensaría que los humanos ilustrados modernos ya habrían aprendido la importancia de defender la capacidad de expresarse libremente. Deberían saber que discernir es fundamental para el progreso y que pensar diferente no debería ser castigado y que por el contrario, se debería motivar a que las ideas se cuestionen, discutan, mejoren o contradigan abiertamente. En definitiva, la importancia de tener libertad de expresión.

Este año estamos viendo cómo la censura sigue siendo algo vigente y poderoso que influye en la vida de las personas.

Venezuela 

La dictadura venezolana busca dar la estocada final a las libertades de su pueblo imponiendo hasta cárcel a quienes, bajo su propio criterio, atenten sobre lo que ellos creen es “bueno” para “el pueblo”. Su “Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares” les permitirá deshacerse de opositores, desde políticos hasta periodistas. Bajo amenaza de cárcel, quien sea lo suficientemente valiente para expresarse contra el chavismo, no lograría mucho impacto, ya que rápidamente sería acallado.

Brasil

Por otro lado, Brasil se une a Turquía y a la India en demandar que una red social deba bajar publicaciones en redes sociales que ellos mismos consideren de alguna manera inapropiadas.

X (Twitter) está retando esa situación, al punto que el gobierno de Lula da Silva podría quitar el acceso hacia la red social en todo su territorio. Su gobierno busca a través de sus movimientos recientes, controlar qué se dice en medios, incluidas las redes sociales.

Escocia 

Otro sabor de censura es del tipo que Escocia busca con su aprobada ley “Hate Crime and Public Order” que según las mejores interpretaciones, busca proteger a ciertos grupos minoritarios de mensajes que les insulten o dañen de alguna manera (por el momento, esos grupos no incluyen a las mujeres). 

Cada reporte, aunque no termine causando la condena de quien se acuse, se llevará en un “registro”, cual control de puntos. El problema de este tipo de leyes que parecen llenas de buenas intenciones, es que la definición sobre la cuál se podría encarcelar a alguien hasta siete años, queda en buena instancia a discreción de las autoridades.

¿Serán realmente efectivas las medidas de ese tipo? ¿Eliminarán el odio y sus expresiones? ¿O sólo harán que esas ideas vayan a ámbitos menos públicos donde las cámaras de eco las amplificarán y radicalizarán más? Se podría pensar que la mejor manera de luchar contra las malas ideas es permitir que se expongan públicamente y así recibir la oposición que merecen, no que se oculten y nutran en las sombras.

Costa Rica

Nuestro país debe aprender por cabeza ajena. La censura es la herramienta del tirano, del que busca poder y control sobre el otro, de intimidarle inclusive a pensar diferente. En otras manos es un arma de doble filo para quienes con las mejores intenciones, pueden terminar dañando a quienes dicen defender. En ninguna instancia deberíamos permitirla. Tanto la izquierda como la derecha, deben tener una posición firme en contra de esta ancla al progreso humano.

Si usted en alguna instancia soporta la censura de algún tipo, sólo pregúntese: ¿lo haría igualmente si quien define qué se debe censurar piense diametralmente distinto a usted?

Si la libertad significa algo, es el derecho de decir a la gente lo que no quieren oír.”

George Orwell

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no representan necesariamente la postura oficial de Primera Línea. Nuestro medio se caracteriza por ser independiente y valorar las diversas perspectivas, fomentando la pluralidad de ideas entre nuestros lectores.

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