De cómo escoger Alcalde sin morir en el intento

En vísperas de las elecciones municipales, nos enfrentamos al desafío de seleccionar a quienes liderarán el destino de nuestras comunidades durante los próximos cuatro años. A pesar del histórico y creciente abstencionismo registrado en las últimas elecciones, es crucial dedicar tiempo a informarse y votar, sobre todo si tomamos en consideración la importancia que tienen las autoridades locales en nuestras vidas.

¿Sabía usted que las Municipalidades están directamente vinculadas a aspectos cruciales de nuestra cotidianidad, tales como seguridad, construcción y mantenimiento de infraestructura (aceras, calles y puentes cantonales, alumbrado público, instalaciones culturales y deportivas, parques y espacios públicos…), ordenamiento vial,  elaboración de planes reguladores orientados al desarrollo integral, recolección y tratamiento de residuos sólidos, campañas de reforestación, limpieza de cauces de ríos, gestión de trámites (patentes, usos de suelo, disponibilidad de agua, etc…), urbanismo y protección del patrimonio cultural, entre otros aspectos?  

¿Le parece que los temas anteriormente mencionados son tan poco relevantes y/o tienen tan poco impacto en su vida como para dejar que otros decidan por usted?   ¿O mejor hacemos la tarea? Si se inclina por un “No me interesa”, entonces no hay nada que hacer.  Sin embargo, si hasta aquí logré captar su atención, continuemos con el proceso.

Resulta esencial evaluar a los candidatos con un enfoque informado. En esta línea, descartar a aquellos que abrazan ideas sin sustento, analizar planes de gobierno innovadores y revisar los perfiles de los candidatos, son pasos cruciales si se quiere llevar a cabo la tarea con responsabilidad. Aunque este proceso implica tiempo, debido a que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) no pone a disposición de la ciudadanía la información necesaria de una manera amigable y a tiempo, en definitiva vale la pena, si queremos contribuir al bienestar común y evitar la perpetuación de malas gestiones.  

Analícelo de la siguiente manera: Si usted fuera accionista de una empresa altamente rentable, ¿se ausentaría de las reuniones estratégicas donde se toman las decisiones sobre el futuro de la empresa? ¿Dejaría esas decisiones en manos de otros? Estoy segura de que no lo haría.  Pues resulta que usted es accionista de su cantón: entonces, por favor, salga a votar.

No pretendo indicar por quién debe votar.  Lo que propongo es evaluar aspectos esenciales de los candidatos tales como trayectoria, experiencia, habilidades de diálogo, liderazgo, trabajo en equipo, inteligencia emocional, coherencia y capacidad de tomar decisiones necesarias, aunque impopulares. Analicemos las propuestas, enfoquémonos en los “cómo” y consideremos temas clave para nuestras comunidades. Finalmente, analicemos también el equipo que acompaña a los candidatos, porque es difícil lograr cambios sustanciales en soledad.

En definitiva, espero haberlos motivado a que hagan la tarea.   Recuerden que en política, no hay sillas vacías, y la apatía y resignación solo contribuyen a que se perpetúen algunos de los mismos impresentables de siempre. ¡Salgamos a votar! ¡Cada voto cuenta!

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