Historia

La Independencia en Costa Rica

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RESUMEN

La independencia de Costa Rica fue un proceso complejo, influenciado por eventos europeos como las reformas borbónicas y la ocupación napoleónica. Lejos de ser pacífico, estuvo marcado por divisiones internas entre anexionistas y republicanos. La influencia del liberalismo inglés y la Ilustración francesa fue fundamental en la creación de la primera Carta Magna del país, un legado que sigue presente hoy, aunque a veces se intente minimizar.


La independencia de Costa Rica ha sido uno de los temas más estudiados en la historia patria, generando infinidad de debates entre historiadores e intelectuales. En particular, se discute si la separación de España ocurrió el 15 de septiembre o el 29 de octubre.

Sin embargo, no debemos olvidar que estas fechas son solo hitos en un proceso complejo que comenzó muchos años antes, lejos de nuestras fronteras.

Por ahí dedemos comenzar. Investigaciones de historiadores como Rafael Obregón Loría, Vladimir de la Cruz, Claudia Quirós y, más recientemente, David Díaz, indican que el proceso de independencia se debe a una gran variedad de factores, muchos de ellos originados en Europa.

Entre estos destacan las reformas borbónicas implementadas por España a mediados del siglo XVIII, con el fin de recuperar el control sobre sus territorios en América, y la ocupación de España por Napoleón Bonaparte en 1808, que generó una sensación de vacío de poder al deponer a los reyes legítimos, Carlos IV y Fernando VII. Esto, entre otros factores, ya había comenzado a causar descontento en América.

¿Sabías que fue un costarricense, Pablo Alvarado Bonilla, quien lanzó el primer grito de independencia en Centroamérica en 1808? Alvarado, que vivía en Guatemala mientras estudiaba medicina, fue una figura de ideas contrastantes con las autoridades locales, lo que le llevó a ser encarcelado en múltiples ocasiones. Incluso se intentó deportarlo a Costa Rica, pero aquí se rechazó su presencia.

Influencia Ideológica y el Proceso de Independencia

Un aspecto frecuentemente “olvidado” por los estudiosos del tema es la profunda influencia que ejercieron los pensadores ingleses y los ilustrados franceses en nuestra independencia y en la posterior conformación del Estado. Sus ideas se fundieron en documentos clave como la Constitución Liberal de Cádiz, que estuvo vigente entre 1810 y 1814 durante la lucha contra la ocupación napoleónica. La derogación de esta constitución tras la restauración de Fernando VII al trono añadió un nuevo motivo de descontento en regiones como el Virreinato de Nueva España y el Río de la Plata, hoy Argentina.

Para el 15 de septiembre de 1821, Costa Rica formaba parte de la Diputación Provincial de León, en Nicaragua. En Guatemala, al firmarse el Acta del 15 de septiembre y romperse el Pacto Social Fundamental con España, el vínculo con la Madre Patria se rompió, devolviendo la autoridad a los ayuntamientos. El 12 de octubre de 1821 llegaron a Cartago dos documentos: el acta de Guatemala y el acta de León, conocida como “la de los Nublados”. Es importante señalar que al gobernador Juan Manuel de Cañas, último representante de la autoridad española en Costa Rica, ya se le había retirado el control sobre las milicias, previendo la resolución que se tomaría.

Es crucial desmitificar la idea de que el proceso de independencia de Costa Rica fue tranquilo y pacífico, como si hubiera sido otorgado casi por “Divina Gracia”.

Aunque es cierto que no hubo guerras cruentas entre costarricenses, sí se dieron fuertes desacuerdos entre los miembros del cuerpo deliberativo en Cartago. La Guerra de Ochomogo, el 5 de abril de 1823, fue la consecuencia de este desacuerdo. El enfrentamiento terminó a favor de los josefinos y alajuelenses, lo que resultó en la pérdida de Cartago como capital, siendo trasladada a San José.

El Pacto de Concordia y las Ideas Liberales

Tras la disolución de la autoridad española, el 29 de octubre de 1821, los costarricenses comenzaron a organizar jurídicamente el nuevo Estado. De este modo, nació el Pacto Social Fundamental Interino o Pacto de Concordia, un documento clave en la historia del país.

Este pacto optaba por una organización civil sobre la militar y reflejaba los conocimientos y las ideas de prominentes ciudadanos como el padre Florencio del Castillo, Juan de los Santos Madriz, Rafael Francisco Osejo, Camilo Mora, Juan Mora Fernández y Gregorio José Ramírez.

Estos hombres abrazaron las ideas de libertad individual y derechos civiles, basándose en el liberalismo inglés y los ideales de los ilustrados franceses.

El Pacto de Concordia también incorporó elementos de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, nacidos en la Revolución Francesa, así como principios de libertad establecidos en la Constitución de Cádiz de 1812. Estas libertades habían sido suprimidas por Fernando VII para las colonias españolas en América.

Entre 1823 y 1824, Costa Rica decidió integrarse voluntariamente a las Provincias Unidas del Centro de América, que luego se convertirían en la Federación Centroamericana, tomando como modelo la organización de los Estados Unidos. Durante este periodo, Juan Mora Fernández ejerció el poder ejecutivo en Costa Rica, un hombre de ideas avanzadas que contribuyó a mantener la concordia en la naciente república.

Conclusión

No debemos olvidar que el proceso y la posterior independencia de Costa Rica estuvieron llenos de altibajos y no fueron tan pacíficos como tradicionalmente se nos ha contado. Además, es importante destacar la fuerte influencia liberal en nuestras cartas magnas y el papel crucial de las ideas liberales que impulsaron el desarrollo de Costa Rica en todos los aspectos.

Aunque la influencia del liberalismo inglés y la Ilustración francesa puede pasar desapercibida, son parte integral de nuestra nacionalidad e idiosincrasia. Estas ideas, que florecieron hace más de 200 años, han sido invisibilizadas en gran parte desde la instauración de la Segunda República en 1948, pero su impacto sigue vigente.


Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no representan necesariamente la postura oficial de Primera Línea. Nuestro medio se caracteriza por ser independiente y valorar las diversas perspectivas, fomentando la pluralidad de ideas entre nuestros lectores.

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