Innovación y Emprendimiento
Las redes 5G y su importancia estratégica para Costa Rica
Nuestro país se ha visto envuelto en una discusión sin fin alrededor de la implementación de las redes 5G de telecomunicaciones. Disputas y retrasos legales y administrativos relacionados con la recuperación de parte esencial del espectro radioeléctrico, que hoy está en manos del Grupo ICE-RACSA, han generado una gran demora en el arranque de los procesos que nos permitan contar con esta tecnología en Costa Rica.
5G es la quinta generación de tecnología de redes móviles, la cual permite una mayor velocidad y capacidad de la red. Esto significa que se pueden transmitir y recibir datos hasta 100 veces más rápido que las generaciones anteriores de tecnología móvil, como la 4G, con respuestas de tan solo unos cuantos milisegundos.
Su adopción en el país es de vital importancia porque puede impulsar la adopción de tecnologías como la telemedicina en tiempo real, la Internet de las cosas (IoT) y la coordinación en tiempo real de millones de dispositivos interconectados, el uso vehículos autónomos y la realidad virtual y aumentada, permitiendo que los usuarios pueden tener acceso a servicios y aplicaciones más avanzados y con mejores experiencias de usuario, abriendo paso a un mundo infinito de innovación y desarrollo, en el cual, la inteligencia artificial, el big data y muchas nuevas tecnologías que aún están por inventarse, se desarrollarán y se adoptarán de manera masiva, para el bien de la humanidad.
La importancia estratégica
Desde sus inicios como república, Costa Rica siempre fue un país donde la innovación y la disrupción, el tomar riesgos calculados y el hacer bien lo propuesto, fueron un norte, buscando así el bienestar de la población.
En su discurso ante el congreso en septiembre 1848, don José María Castro Madriz dijo: “…los países que no utilicen a la ciencia y la técnica como guías en sus empresas, se quedarán postergados y estarán supeditados al desarrollo de los demás, porque en las sociedades actuales, aquellos que utilicen mayor conocimiento y sagacidad, serán los que logren ventajas sobre los otros…”.
Aún más, en la noche del 9 de agosto de 1884, a las 6:15 p. m., la ciudad de San José en Costa Rica se convirtió en la primera ciudad de América Latina, y una de las primeras del mundo, en contar con una red de iluminación pública eléctrica. Cientos de personas se juntaron en las principales calles de lo que en ese tiempo eran sembradíos y una San José incipiente, para ser testigos del momento histórico en el que la luz natural se iba ocultando a la vez que la luz artificial iluminaba de nuevo las vías urbanas. Muchos incluso dudaban si por dentro de los cables eléctricos circulaba el canfín que normalmente se usaba en esos tiempos para encender las lámparas de combustión.
Para eso se usó una planta hidroeléctrica que se había construido después de desviar las cañerías de unas piletas en las que bebían agua los animales que llegaban a la ciudad y cuyo propulsor fue Manuel Víctor Dengo, un costarricense que había quedado sorprendido al presenciar el funcionamiento de la estación eléctrica de Pearl Street, instalada por Thomas Edison en Nueva York, tan solo dos años antes.
Curiosidad, innovación, disrupción, asumir riesgos y toma de decisiones. Todos elementos claves que permitieron que algo que parecía imposible, sucediera.
5G nos plantea una nueva oportunidad país, gracias al potencial gigantesco que esta nueva tecnología transformacional tiene y el impacto que tendrá en el mundo que hoy conocemos, pero debemos actuar sin mayor dilación, debemos tomar y ejecutar las decisiones difíciles que hemos postergado por años, debemos fomentar la innovación y el desarrollo para sacarle el mayor provecho posible, porque hoy, se nos presenta como país una oportunidad de explotar el potencial que tiene Costa Rica, apalancándonos en una industria digital establecida, exportadora y exitosa que convierta a nuestra nación en un verdadero hub de tecnología e innovación en la región.
Paralelamente, 5G creará también nuevos retos y riesgos en los cuales nuestro país puede ser un jugador clave. Áreas como la ciberseguridad, el procesamiento de grandes volúmenes de datos, la escasez de talento humano ligado a áreas como diseño y desarrollo de hardware inteligente, robótica y mecatrónica, son solo algunas áreas de oportunidad también.
Esto nos debe generar la ilusión de retomar nuestra posición de país líder e innovador, cosechando todo lo invertido en educación y desarrollo humano, caracterizada también por una visión de largo plazo centrada en nuestro talento humano, que traiga bienestar y oportunidades para todos.
Nos debe, también, motivar el que cada vez surjan más empresas nacionales altamente competitivas y encadenar el uso de las tecnologías de manera transversal a todas las demás industrias del país, porque la transformación digital se hace cada vez más relevante para encarar con éxito una senda de crecimiento.
Para aprovechar todas estas oportunidades, el reto que enfrentamos hoy es definir una visión país clara y ejecutarla sin mayor retraso ni excusas, las decisiones no deben postergarse más. El país lo necesita urgentemente.
Héctor Montero
marzo 21, 2023 el 5:08 pm
Muy buen artículo