Opinión

Libertad, apertura y disciplina fiscal, el éxito socio-económico de Letonia.

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Letonia es uno de los tres pequeños países al margen del mar Báltico con una población menor a los dos millones de habitantes.

A pesar de haber sido un país atenuado por guerras, golpes e invasiones, se puede decir que su verdadera independencia se restauró efectivamente después de 1990 durante la disolución de la Unión Soviética.

En poco más de 30 años, ha logrado establecer un modelo de desarrollo socioeconómico exitoso que le ha permitido ubicarse en el puesto 95 de las economías mundiales con un PIB per Cápita de aproximadamente € 22.000, casi el doble del promedio mundial de €12.000.

Posee una moneda fuerte, con bajos indicadores de inflación gracias a su estricta política que evita utilizar el sistema monetario para financiarse.

Estos resultados se han obtenido al afianzar las fundaciones del desarrollo sobre una economía de mercado, donde la libertad, la privatización y la austeridad fiscal han sido claves para mantener la estabilidad y prosperidad.

Letonia posee un alto compromiso con la apertura comercial y gran voluntad para atraer capitales extranjeros. Su apertura es total al mercado europeo y aplica bajos aranceles a los mercados externos. Atrae la inversión extranjera y aplica pocos controles de capital

En cuanto a las regulaciones empresariales, Letonia tiene costos burocráticos mínimos, algo que ha mejorado a través de los años. Abrir una empresa es relativamente fácil: tarda 5,5 días, se requieren sólo 4 trámites. El pago de impuestos es fácil, transparente y predecible.

Lejos de lo que han puesto de moda los regímenes estatistas latinoamericanos proponiendo nuevos impuestos o aumento los existentes, que rayan en lo confiscatorio so pretexto de que esto contribuye con la distribución de la riqueza, la equidad y la “justicia social”, Letonia tiene uno de los impuestos a las ganancias más bajos del mundo, tan solo un 23%.

Entonces… ¿Qué mitos podemos destruir analizando el caso de Letonia?

  1. Los países no son pobres por el azar o por castigo divino. Son el conjunto de políticas públicas las que se encargan de estructurar el desarrollo o la debacle de un país
  2. Eventos bélicos o desgracias políticas no sellan irreversiblemente el destino de una nación. Son sus gobernantes y ciudadanos a nivel individual y colectivo quienes con su esfuerzo sacan adelante un país o por el contrario lo hunden.
  3. Cargas impositivas mayores no aseguran finanzas públicas sanas, ni una adecuada distribución de la riqueza. Todo lo contrario, mayores tasas impositivas usualmente terminan siendo confiscatorias, desestimulan la producción nacional y minan la generación de riqueza.   
  4. El proteccionismo, controles de precios, exceso de regulaciones y las barreras al libre comercio, entre otros, NO resultan en beneficio para el productor o comerciante, por el contrario, promueven la concentración de poder y riqueza en pocas manos, la ineficiencia productiva y el aumento de precios en detrimento del bienestar del individuo.

Aunque existen muchos mitos más, casos exitosos como el de Letonia y otros países que estaremos analizando posteriormente, evidencian la necesidad de promover la educación, el pensamiento crítico y la libertad de elección. Hoy más que nunca debemos estar pendientes, identificar y denunciar todo discurso demagógico basado en ideologías cargadas de resentimiento, envidia y frustración cuyo objetivo no es más que buscar la gloria y la riqueza de unos pocos a costilla de un pueblo empobrecido material, cultural e intelectualmente.

1 comentario

  1. Mario Gutiérrez

    abril 19, 2023 el 6:57 am

    Tasas impositivas altas promueven la elusión y la evasión. Costa Rica debería seguir un modelo de flat tax. En los países donde las tasas de impuestod son bajas, se recauda más.

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